La mano solidaria sigue tendida
Con motivo de conmemorar el Día Nacional del Mutualismo, la Federación de Entidades Mutuales de la provincia de Santa Fe (FEMSAFE) invitó a todos los rosarinos a participar de la celebración que tendrá lugar en la plaza del Mutualismo (Velez Sarsfield y Carballo), donde hoy, entre las 9 y 13, representantes de diversas agrupaciones de la ciudad difundirán los principios de la solidaridad y la ayuda mutua. En esta ocasión, la actividad tiene como eje la difusión de tres consignas: “El respeto por los peatones, evitar el consumo de drogas para combatir la violencia y fomentar un consumidor responsable”, explicó Santiago Serrati, miembro de la mutual de docentes privados Solidaridad y secretario de la Federación de Mutuales, una entidad que nació en 1948 y que fue la primera en constituirse como tal en la provincia.
“La actividad surge del trabajo que viene realizando la Federación de Mutuales, que agrupa a 300 asociaciones del sur de Santa Fe –explicó el mutualista–. Trabajamos en la promoción de incorporar más jóvenes en el mutualismo, y ellos creyeron oportuno que se trabajara sobre estas tres cuestiones como una forma de proponer reflexión y compromiso a la sociedad”.
Con más de 200 mutuales en pleno funcionamiento, Rosario es considerada la Capital Nacional del Mutualismo, marcó Serrati. Pero aclaró que no es sólo por el importante número de asociaciones, sino también por la antigüedad de éstas y el alcance nacional que adquirieron. En ese sentido resaltó la Asociación Española (1857), Unione e Benevolenza (1858) y el Centro Unión Dependientes (1884) como las más antiguas de la ciudad, al tiempo que San Cristóbal, la mutual Médica y Federada Salud sobresalen por su presencia y reconocimiento fuera de Rosario.
Surgieron a partir de la llegada de inmigrantes españoles, italianos y polacos, quienes encontraron en este tipo de asociaciones una forma solidaria de agruparse frente a necesidades que no tenían solución. “Las mutuales representan el espíritu comunitario de varias generaciones que se apoyan en la ayuda mutua para obtener beneficios y servicios”, resaltó Serrati.
“Las primeras mutuales fueron impulsadas por las necesidades de estas personas desamparadas, sobre todo en relación con la asistencia en salud, sepelio y pensiones para viudas. Se constituyeron las denominadas sociedades de socorros mutuos, que apuntaban a resolver en forma solidaria los problemas de los más necesitados. Con el tiempo, fueron tomando distintas formas y se hicieron extensivas a otros miembros de la sociedad, dando lugar a otras demandas y beneficios”, explicó.
En esa línea Serrati destacó que “a medida que surge una necesidad aparece la respuesta de la mutual”, con la salvedad de que era “generada de manera solidaria”, ya que el fin de las entidades no era ni es el lucro: “Se destina el ciento por ciento de la utilidad anual de los balances al incremento de los beneficios y servicios para los asociados”, valoró.
Entre los variados y diversos servicios que las mutuales ofrecen hoy figuran los de salud, recreativos, sepelio, proveeduría, ayuda económica, beneficio social, turismo, vivienda, hogares para ancianos y jardines maternales, cuya demanda varía acorde con las necesidades de cada época. Tal como señaló Serrati, si antes el principal servicio era el de sepelios, más de un siglo y medio después la demanda se trasladó hacia el turismo: “El servicio principal de las más antiguas era el de sepelio, con cerca de 50 panteones y 100 mil nichos en los dos cementerios de la ciudad, de las que se destacan la mutual del Banquito Ferroviario yOscar Demarchi. Actualmente, todo lo vinculado con el turismo local o internacional tiene una fuerte demanda, por eso las mutuales apuntan a brindar ese servicio que tiene una impronta más solidaria que las agencias, gracias a la financiación que proveen y a la organización de grupos de viajes”.
“Otra de las principales demandas son las ayudas económicas o préstamos que difieren en sus características de los créditos de bancos o financieras, por ser más accesibles y sin menos requisitos, ya que las autoridades conocen a sus asociados. A su vez, la demanda de los servicios de salud decayó porque se traspasaron a las obras sociales de los sindicatos”, agregó.
Por su parte, los pueblos y localidades pequeñas del sur de la provincia constituyen una importante sede de mutuales donde las asociaciones brindan principalmente servicios recreativos, con campos de deportes o clubes que fomentan la interacción entre los miembros de la sociedad. “Es muy común en las localidades de la región que las mutuales lleven actividades recreativas entre los clubes, logrando una identidad entre estos y las mutuales. La actividad recreativa es muy importante en los pueblos, donde el número de asociados supera el 60 por ciento de la población e incluso, en algunos casos, existen hasta dos mutuales por pueblo, lo que genera una estrecha relación entre estas y los habitantes”, advirtió Serrati.
Afuera del sistema
Una de las principales problemáticas que Serrati señaló en torno del funcionamiento actual de las mutuales se relaciona con la “falta de una seguridad jurídica que permita evitar cualquier tipo de contingencias”. En ese sentido, el secretario de la Federación advirtió: “Un fallo de la Corte Suprema, firmado por Ricardo Lorenzetti, determinó que el órgano de control para este tipo de asociación es el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), pero hay una pretensión desmedida de parte del Estado de avanzar sobre el control de las mutuales desde el Banco Central. Si las mutuales se incorporan en la órbita del sistema financiero se corre el riesgo de cercenar las posibilidades de crecimiento, como alguna vez ocurrió con las cajas de crédito, ya que se le impondrían otros requisitos que desdibujarían la figura de mutual como entidad autónoma de ayuda solidaria; entonces pasaría a ser un negocio y no respetaría sus parámetros originales”.
Según indicó, en Santa Fe existen 120 mutuales cuya actividad central es la ayuda económica. “Hay pueblos donde es más fuerte la mutual que la sucursal del banco, lo que genera irritación en el sistema financiero”, concluyó.
Por Luciana Mangó
El Ciudadano y la Gente