El mutualismo dice presente, también en tiempos de crisis
Pese a las dificultades causadas por la Pandemia, el mutualismo argentino continúa diciendo presente en cada localidad del país a través de una amplia red, que además del crédito vital para la asistencia a municipios y al sector productivo, prestan servicios de salud, farmacia y proveeduría de alimentos a precios que superan la lógica de la especulación. También donan, participan de comités de crisis locales y hacen campañas de prevención. Así dicen presente, en consonancia con uno de los principios básicos que define a las organizaciones de este tipo: la solidaridad.
“No son meros agentes de distribución de recursos. No es una capilaridad de arriba hacia abajo, sino al revés. Es desde el propio territorio que colaboran en la creación de bienestar y riqueza económica”, aseveró Mario Cafiero, presidente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) el pasado martes, en un encuentro virtual con diputadas y diputados de la Comisión de Asuntos Cooperativos del Congreso de la Nación.
El modo en que el sector se encuentra dando respuesta a infinitas situaciones locales -según va impactando el avance de la Pandemia y las medidas de aislamieno físico- pone de manifiesto una vez más el rol fundamental y la presencia constante del sector en las comunidades.
Según un informe publicado en la página del INAES entre el 10 y el 24 de marzo la inversión directa e indirecta entre las mutuales dedicadas a los rubros farmacia y consultorios médicos superó los 30 millones de pesos.
Exsiten “aproximadamente 600 farmacias mutuales y sindicales prestando servicios, funcionando en pleno confinamiento obligatorio; con 30 empleados promedio cada una”. Esto implica un universo de unas 18 mil personas entre personal de atención, farmacéuticos y bioquímicos “poniéndole el cuerpo a la crisis”, subrayó el organismo.
Estas farmacias continuaron ofreciendo descuentos de hasta 20% y atendiendo demandas de medicina común y de alta complejidad (oncológicos, trasplantes, enfermedades especiales, hiv, etc.), con la gratuidad que establece el convenio correspondiente, aún a pesar de la crisis. Según el informe estas entidades no han dejado de atender “todo tipo de obra social, sindical, privadas, etc.”.
Se sumaron también al abastecimiento de alcohol en gel, barbijos, guantes, etc. con un esfuerzo “hecho con capital propio”, sin especulaciones respecto de la cadena de pagos o los precios.
Es el caso de Sol Sport, una de las unidades productivas del Grupo Mutual Cooperativo Devoto, que realizó un acuerdo con la municipalidad de Córdoba y Adelia María para proveer de 50 mil barbijos a las dependencias de salud de ambas localidades.
A su vez, las mutuales utilizan sus redes para la difusión de mensajes de prevención. Las Mujeres Mutualistas de la Federación de Mutuales de Córdoba, junto a la Mutual Conexión, la Secretaría de Juventud y con el apoyo de la Confederación Argentina de Mutualidades (CAM), pusieron en marcha a mediados de marzo una campaña gráfica, para informar sobre medidas de prevención de contagios de Covid-19 y Dengue y otra para concientizar sobre la necesidad de acompañar y asistir a los adultos mayores, durante el aislamiento. Desde la Confederación, además, se puso en funcionamiento un Bot, para difundir información.
Ayuda Económica
En materia de ayuda económica -uno de los principales mecanismos que las mutuales implementan para acompañar el desarrollo local en sus comunidandes- existen entidades que ya se encuentran pensando en alternativas para ayudar a sectores productivos y económicos afectados por la situación.
La Mutual 9 de Julio de la localidad de Freyre, en la zona este de la provincia de Córdoba, que lanzó junto al municipio una línea crediticia para pequeños comerciantes y monotributistas a tasa cero, con devolución en 12 cuotas y 90 días para realizar el primer pago.
Cuando se conoció a través del Boletín Oficial que las organizaciones de la ESS vinculadas al crédito ingresaban a la lista de actividades exceptuadas para brindar servicios mínimos, el presidente CAM, Alejandro Russo observó lo oportuno de la medida, ya que permite a las mutuales continuar con la tarea de contención a sus asociados, a los municipios y a aquellos que necesitan y van a necesitar de los créditos, allí donde los bancos o el estado no llegan.
Alimentos a precios accesibles
En las localidades cordobesas de Balnearia, La Para, Arroyito, La Tordilla, Ucacha, Etruria y Laborde, existen proveedurías mutuales, que incluso antes de las medidas de aislamiento físico dictadas por el gobierno, promueven acciones para garantizar el abastecimiento de sus poblaciones, conservan los precios y garantizan la atención cuidando la salud de trabajadores y asociados.
“Los precios de los alimentos, en su mayoría, están por debajo de lo sugerido en la lista de Precios Cuidados, y además, las previsiones de las mutuales les permiten preservar un stock de mercaderías que luego se venden como ofertas semanales. Este es un dato relevante en el sistema, porque la reserva se utiliza para mejorar precios, algo que es exactamente contrario a lo que sucede con comercios de fines lucrativos, cuyo acopio generalmente es utilizado para especulación de precios”, analizó el medio Prensa con Opinión, que reseña periódicamente muchas de estas experiencias.
En el mismo sentido en Santa Fe, la Federación de Cooperativas Entidades Solidarias para la Ayuda Mutua (Fedesam) intensificó las tareas de proveeduría de productos cooperativos que realiza normalmente.
La Pandemia agravó situaciones que ya eran críticas antes de marzo y, en muchos casos la respuesta de las organizaciones de la Economía Social fue inmediata ya que el sector posee un alto grado de capilaridad territorial.
De acuerdo con el último censo elaborado por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, el 88% de las localidades del país existe al menos una mutual o una cooperativa y más de 60% de estas localidades se ubican en el interior, alejadas de centros urbanos. Este relevamiento dio cuenta de que más de 3 mil mutuales que existen en el país brindan servicios a cerca de 10.130.000 asociados y crean más de 33 mil puestos de trabajo en relación de dependencia.
La preexistencia de redes articuladas de las organizaciones está permitiendo llegar a los asociados con productos a costos más bajos y evadir los aumentos de precio.
“Sabemos que existen guardias mínimas en mutuales prestadoras del servicio de salud y que también algunos dirigentes de nuestro movimiento están participando de reuniones de consulta de los comités de emergencia en sus jurisdicciones o que están realizando gestiones para distribuir alimentos en los lugares de mayor necesidad y concentración urbana”, expresaba la Federación de Entidades Mutuales Santafesinas (Fesaem) en un comunicado a fin de marzo, en el que instaba a sus entidades federadas a aportar soluciones en sus localidades. También reconocía a las mutuales que acompañaron a los municipios para el pago de haberes o elaboraron líneas crediticias a tasas bajas o nulas.
Solidaridad como bandera
La solidaridad es parte de los principios básicos que mueve al sector y es por esto que las organizaciones fueron de las primeras en dar respuesta a situaciones críticas que se agravaron en los territorios, cuando comenzó la emergencia.
En las localidades de General Deheza y General Cabrera, por ejemplo, La Mutual de las Comunidades, destinó a través de sus filiales locales 70 mil y 40 mil pesos en cada una de estas ciudades para la compra de alimentos, que fueron distribuidos en sectores que atraviesan por situaciones dificultosas.
La Asociación Mutual “12 de enero” de Trabajadores Pasteleros, Confiteros, Pizzeros, Heladeros, Alfajoreros y Servicios Rápidos, adherida a la Federación de Mutuales de Buenos Aires (Fedemba), puso a disposición, junto al Sindicato del mismo rubro, el camping que poseen en la localidad 9 de Abril, en donde el municipio de Esteban Echeverría emplazará un hospital de campaña para recibir a cientos de habitantes de la provincia que necesiten aislamiento, a la espera de resultados de los tests.